El texto alude a la respuesta que le di a una joven entrevistadora, alumna de un colegio estatal, que me llamó hoy por una entrevista para una exposición escolar sobre mi novela “El hombre que escapó de su jaula”, que ha sido incluida en el plan lector de algunas escuelas. La pregunta fue: “Aparece usted en sus novelas?
Mi respuesta sincera fue que sí, sin proponérmelo, porque el escritor vive en su propia telaraña y aparece porque es él quien escribe, habla sobre sus propias vivencias, está omnipresente, es un testigo que todo lo ve y todo lo que ve lo narra desde su propia perspectiva. Con el mismo caso, otros escritores escribirían historias distintas, jamás iguales.
La joven entrevistadora insistió: ¿Entonces los escritores escriben de algún modo novelas autobiográficas?
Le respondí que la idea era sugerente, pero que no podía responder a esa pregunta de modo afirmativo, porque la autobiografía es un género en el que el escritor narra acontecimientos de su propia vida, mientras en la novela diluye su propia experiencia mezclando realidad y ficción desde su óptica personal.
Suelo ser requerido por estudiantes y respondo siempre a sus inquietudes. Es una forma de agradecer a mis amables lectores, porque la vida de mis relatos se renuevan en ellos. Qué sería de un escritor que no sea leído, que permanezca en el anonimato, en la soledad de que sus libros aparezcan en los periódicos pero no discurran entre lectores. Por eso, jóvenes entrevistadores, bienvenidos, porque al conversar con ustedes creo que cierro el círculo de escritor-lector.
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