Hace más de treinta años, Marshall Mc Luhan escribió «El aula sin muros», un libro que adelantó ideas sobre el impacto de las nuevas tecnologías (Internet, computadoras, aulas virtuales, educación virtual). El asunto es que ahora vivimos inmersos en este nuevo mundo y forzados por la pandemia de Covid19 que ha asolado al planeta.

Mi trabajo como profesor universitario y metodólogo también se vio impactado por esta crisis y pasé de clases presenciales a virtuales en las instituciones en donde laboro. Este trata de ser un recuento de los pros y los contras de esta experiencia.

Los aspectos positivos han sido, sin duda, la continuidad de las labores educativas, la búsqueda y la práctica con nuevas metodologías, el desarrollo y fortalecimiento del trabajo autónomo de estudiantes y docentes, la exploración de repositorios virtuales, búsquedas sistémicas de información, nuevas estrategias de enseñanza-aprendizaje y de formas de evaluación.

Aspectos negativos han sido, sin duda, el deficiente servicio de redes en nuestro país, las diferencias de acceso a medios y redes (no todos cuentan con los mismos recursos y muchos, muchísimos, no cuentan con mínimos recursos), la imposibilidad de realizar seguimiento individual a los alumnos, el incremento de alumnos por aula y la falta del estímulo que brinda la presencialidad. Pero se vienen tiempos de educación híbrida, presencial y no presencial, de modo que hay que seguir mejorando estos aprontes.


Gabriel Niezen Matos

Escritor y realizador audiovisual.

1 comentario

Giulliana · 21 de febrero de 2022 a las 17:38

Gracias por la publicación, refleja la situación actual del Perú, siento que muchos decentes que vienen desempeñando sus labores virtuales se han de sentir identificados.

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