Cuaderno de apuntes
Sobre el arte de leer para contar historias
Alguna vez les he contado que, desde niño, quise ser escritor, que escribí mi primera novelita en una máquina de escribir, a los doce años, le dibujé una carátula, le cosí las páginas y, orgulloso, sentí que tenía ya un libro, mi ópera prima. Menos mal que se perdió y que nunca más la encontré. Y es que para escribir no basta el primer impulso. Mi padre, Luis, chalaco de nacimiento, no me dejaba salir Leer más…